Siempre que hablamos de
tele-basura lo primero que nos viene a la cabeza son las entrañas de
Telecinco y sus sótanos atestados de hombre-mujeres y viceversa.
También pensamos en Sálvame con toda su troupe, su princesa del
pueblo, sus “cocretas” y su jefe de pista cuyo egocentrismo
superaría al del mismísimo Dios. Pero hoy quiero hablar de otro
tipo de tele-basura, una un poco más casposa.
Antena 3 tiene un programa
entretenido y divertido (en ocasiones) presentado por otro con el
mismo nivel de egocentrismo que el anterior pero al que además se le
puede sumar un patetismo baboso a la hora de “entrevistar”
actrices de buen ver.
El Hormiguero, como digo, en
muchas ocasiones me parece entretenido y por desgracia es uno de los
pocos programas en los que podemos ver actores, músicos, cantantes,
etc. Últimamente y no se porqué, nos encontramos con caras de la
política como la de Albert o Santamaria entre otros.
En estas ocasiones la tele-basura
se hace mas patente y casposa con esas entrevistas totalmente
pactadas y con esos bailes de la vicepresidenta sin ningún sentido.
Supongo que se hará para intentar caernos mejor y así olvidarnos de
los 5 millones de parados. En fin, algo innecesario para la
televisión...
El programa del que en realidad
quería escribir es uno que se emite en la televisión
pública. Partimos de la base de que su “presentador” es el gran
Bertín Osborne con su finura, su “sexapil”, sus dos metros de
altura, su “campechanía” a lo Borbón y sus amiguitos.
¿Porque digo lo de sus
amiguitos?, para el que no haya visto el programa aún (si lo puedes
evitar eso que te llevas) se trata básicamente de Bertín hablando
con un amigo/a en su mansión o en la de dicho amigo/a. El último
programa tenía, como lo diría..., un nivel tal que a TVE solo le
faltó comenzar el show con el NO-DO. La amiga de Bertín ésta vez
era la gran Carmen Martínez Bordiú, alias la nietísima.
No me parece mal que dos amigos se
junten y se cuenten sus batallitas, pero oír a Carmencita decir que
su abuela, alias la collares, no tenia casi joyas roza un poco la
desvergüenza. Y todo ésto aderezado de momentos emotivos (para ella
evidentemente) con fotos del dictador y toda su familia con una
música melancólica que lo envolvía todo. Pura caspa...
No soy muy fan del “cantante”
de buenas noches señora, buenas noches señora y mucho menos de
Carmencita, básicamente porque me importan un carajo sus vidas. Lo
que me indigna es que se les pague con dinero público por estar
sentados en sus sofás de tres metros hablando de patochadas.
La televisión es algo muy grande,
tanto es así que la disposición de TODOS nuestros hogares gira en
torno a la caja tonta. Por eso considero que la programación debería
ser un poco mejor tanto en los canales privados como por supuesto en
los públicos.
Como recomendación os digo una
cosa, el mando a distancia sirve para cambiar de canal.